En la ciudad de Lleida las temperaturas son cada vez más elevadas a consecuencia del cambio climático, y las personas que más sufren estas consecuencias son las que se encuentran en situación de exclusión social. La subida de las temperaturas supone riesgos graves para la salud como deshidratación, golpes de calor o agravamiento de patologías crónicas.
Por este motivo, es crucial contar con espacios que ofrezcan protección y que sean refugio. Arrels Sant Ignasi ha activado un verano más el Refugio Climático, un espacio de acogida y protección para personas en situación de sin hogar en Lleida, y hace un llamamiento a la ciudadanía a colaborar con la campaña de captación de fondos “Una gota de solidaritat, un mar d’esperança”.
Una respuesta esencial para garantizar el derecho al descanso y la protección frente al calor
El Refugio Climático ofrece un espacio seguro, fresco y digno a las personas que viven en la calle durante los meses de mayor calor en Lleida. Para los responsables de la entidad es una respuesta esencial para garantizar el derecho al descanso y la protección frente al calor de las personas que viven en la calle, porque con temperaturas de más de 40 grados, encontrar sombra o un sitio para descansar es una cuestión de salud. Los bancos arden y es más difícil encontrar un espacio con buena temperatura. Uno de los testigos recogidos por Arrels Sant Ignasi, Manel, explica que "en verano no sé dónde ir... ni en la sombra se puede estar. A veces no puedo ni descansar."
El servicio se activa durante los meses de más calor, concretamente los fines de semana y festivos, de 12.00 a 17.00 h, en el Arrels Centre Obert, espacio de acogida de personas en situación de sin hogar y sin techo. "Consideramos que el espacio del refugio climático es necesario para las personas que atendemos, dado que durante los fines de semana y festivos, las personas en situación de sin hogar, no tienen ningún recurso donde poder ir. El hecho de abrir el Arrels Centre Obert permite que las personas más vulnerables de la ciudad tengan un entorno seguro donde poder descansar y socializar con tranquilidad, sin estar expuestos a las violencias de la calle o las inclemencias del tiempo”, explican las profesionales del centro. Desde que se puso en marcha hace tres veranos, el servicio ha atendido a cientos de personas, ofreciendo un lugar fresco, actividades y, sobre todo, una acogida humana y cercana.
"Una gota de solidaridad, un mar de esperanza"
El Refugio Climático no sólo da respuesta a una emergencia social, sino que también promueve el acompañamiento y la inclusión. "Está muy bien tener un sitio al que ir el fin de semana porque está todo cerrado. Así por lo menos tengo un sitio donde almorzar, descansar un poco y estar fresquito ahora que hace tanto calor", afirma un usuario habitual del servicio.
Arrels Sant Ignasi invita a la ciudadanía, las empresas y las entidades a sumarse a la campaña y hacer posible que este verano, nadie tenga que sufrir el calor solo en la calle. Con sólo 25€ se puede garantizar una hora de refugio para una persona, y con 250€ se cubre un fin de semana por una persona en situación de sin hogar. Las donaciones se pueden hacer de diferentes maneras que encontrará en la web de Arrels Sant Ignasi.