El día 6 de mayo Spirituality Team de ESADE organizó una oración interreligiosa por la paz en el mundo. Vivimos en un mundo traspasado por la guerra y la violencia, lo cual despierta el deseo de construir la paz. Pero a los creyentes de diversas religiones nos entristece profundamente que el nombre de Dios sea utilizado por los poderosos para justificar estas guerras. Por ello nos reunimos para rezar por la paz.
En la ceremonia, personas de diversas creencias compartieron textos de su propia tradición y nos invitaron a rezar por la paz.
Aurélie Glorieux, budista, leyó y comentó ocho versos del Bodhisattva Langri Tangpa (AD 1054-1123) en que somos invitados al amor a las personas, al perdón de toda ofensa y a la denuncia de acciones que hieren a los demás. “Cuando otros, por celos o ira/me dañan o insultan/ debo rendir mi ego/y ofrecerles la victoria.”
Daniela Freund, judía, cantó y comentó la oración “Oseh shalom bimromav”: “Aquél que hace la paz en las alturas/sea hacedor de paz/en nosotros y en Israel. Amén.” Es una oración muy común en la liturgia judía y se repite como un mantra, para pedir la paz en cada corazón, en Israel y en toda la humanidad.
Zunaira Fatimah, musulmana, leyó y comentó diverses suras del Corán en las que Allah invita al perdón y la paz: una paz que es fruto de la justicia porque no hay verdadera paz sin justicia.
Rita Mota, cristiana, comentó y leyó una carta ficticia de Santa Clara de Asís a su amigo San Francisco escrita por Bruce David. En esta carta, Clara comenta las actitudes que los ricos y poderosos deberían adoptar tras visitar Asís inspirados por el papa Francisco. “Paz, Francisco, paz – esto es lo que tienes que enseñar! Déjales con sus posesiones. Déjales mantener su poder mundano. Comparte con ellos una paz sencilla. Esto basta”.
Alberto Gimeno, agnóstico, leyó y comentó un texto del filósofo John Rawls en que afirma: “la paz verdadera es resultado de una relación justa y duradera entre pueblos que se respetan mutuamente como libres e iguales”.
Este evento cobra especial relevancia en el contexto de ESADE, una institución reconocida por su marcado carácter internacional y multicultural. Esa misma diversidad que encontramos en nuestra comunidad es un reflejo de la humanidad, y nos invita de forma natural a buscar puntos de encuentro y a construir puentes, como este espacio compartido para clamar por la paz.
Al final, Pep Mària SJ invitó a los participantes a un momento de silencio para tomar conciencia de que nuestra pequeña asamblea representaba a esa humanidad diversa unida por un mismo deseo. Cerramos el encuentro con un sencillo gesto de paz entre todos los asistentes. Fue un recordatorio de que, más allá de nuestras diferencias, nos une la esperanza y el compromiso con un mundo más pacífico.