Entidades cristianas denuncian vulneraciones de derechos en los CIES

La Plataforma de entidades cristianas con los inmigrantes, que reúne a entidades como Migra Studium, Cristianisme i Justícia, Justícia i Pau, Càritas, entre otras, denunciaron en Barcelona la vulneración de derechos que sufren las personas que se encuentran en los CIES.

En un acto celebrado el lunes 15 de abril en la sede de Cristianisme i Justícia, se presentó el informe "Atrapados tras las rejas" elaborado por la ONG Pueblos Unidos (del Servicio Jesuita a los Migrantes) que trabaja en el CIE de Aluche, en Madrid, y que incluye también el trabajo realizado por un grupo de voluntarios de la Plataforma de entidades cristianas con los inmigrantes que están realizando desde hace meses visitas a los internos del CIE de Zona Franca.

Quim Pons, jesuita y coordinador de este grupo de voluntarios de Barcelona habló de la desesperación que sufren los internos que acompañan, muchos de los cuales se encuentran encerrados sin haber cometido ningún delito y tienen muchas dificultades para comunicarse, obtener información de su situación legal y contactar con su abogado. Quim Pons denunció que se internan personas sin tener en cuenta sus circunstancias personales, incluso, en casos en los que existe una integración demostrada.

Los voluntarios también se encuentran con muchas dificultades para realizar visitas y acompañamiento a los internos. En Barcelona, las entidades sociales no pueden entrar en el CIE y los voluntarios lo han de hacer como si fueran particulares, en el turno de visitas de familias y amigos, cosa que limita mucho las posibilidades de acceso. En cambio, en Madrid sí que se reconoce el acceso a las organizaciones sociales.

La abogada Cristina Manzanedo, miembro de la ONG Pueblos Unidos, denunció la falta de voluntad política para acabar con arbitrariedad y la vulneración de derechos a los CIES. Las entidades piden desde hace tiempo una regulación del funcionamiento de los CIE y en estos momentos existe un borrador pero según Manzanedo "es decepcionante". Manzanedo explicó que existen muchas propuestas alternativas que se podrían implementar como, por ejemplo, facilitar el derecho a la información, instalar cámaras de video vigilancia para evitar abusos o agresiones, permitir y reconocer el acceso de las ONG, atención a la población más vulnerable, etc. En definitiva, considera Manzanedo, sólo se trata de darse cuenta que dentro del CIE no hay números, sino personas con nombre y rostro.

La intervención de Nani Vall-llosera, voluntaria que visita el CIE de Zona Franca, puso precisamente rostro y historia a la realidad que se denuncia. "Empezamos a hacer visitas", explica Vall-llosera, "con la misión fundamental de acompañar a los internos, que sintieran que alguien se preocupaba por ellos". En los tras casos que presentó esta voluntaria, se encontró con personas muy angustiadas, con muchas dificultades para comunicarse, que sufrían por su familia y también por su salid. Alguno de estos internos expresó haber sido víctima o testimonio de abusos y agresiones. También de vivir en condiciones precarias de higiene, y asistencia sanitaria. Esta desesperación y angustia por la incertidumbre que los rodea tienen un impacto muy fuerte sobre la mayoría de los internos, que llegan a situaciones límite como la de autolesionarse para intentar evitar la expulsión. Vall-llosera acabó su intervención pidiendo medidas para un control real de lo que pasa dentro de los CIE. "Los CIE nos hacen peor sociedad", concluyó.

El acto de presentación puede verse aquí:

[video:http://youtu.be/I_NlLKAhzeo]