A100, un nuevo espacio para adolescentes en la Fundació Salut Alta de Badalona

La Fundació Salut Alta de Badalona ha inaugurado el espacio que acoge un nuevo proyecto destinado a adolescentes y que lleva por nombre A100. La inauguración se hizo el viernes 1 de abril, en un encuentro donde se presentó el proyecto desde diversas perspectivas. Por un lado, Francesc Gil, como presidente de la Fundación, explicó que esta ampliación surge de la necesidad de recursos socioeducativos para adolescentes detectada en el barrio.

A continuación, Dolors Sabater, alcaldesa de la ciudad y concejala del distrito La Salut - Llefià, dedicó unas palabras a los adolescentes del proyecto para animarles a apreciar el barrio y hacerlo suyo, tejiendo redes y cuidando la relación entre las diversas comunidades que conviven. A continuación, tomaron la palabra los propios participantes, agradeciendo la creación de un espacio como este, por todo lo que les puede aportar.

Finalmente, Maria Nadeu, directora de la Fundación, situó la inauguración dentro del proceso participativo que ha implicado, durante más de un año, a profesionales y voluntarios de la entidad, a los propios niños y participantes del proyecto, a otros jóvenes que han pasado por la Fundación, a entidades con acciones similares, en institutos del barrio, y servicios de la administración de la ciudad, entre otros, para poder diseñar un proyecto adaptado a las necesidades específicas detectadas.
 
Así pues, han sido muchas las personas que, sintiéndose parte de la Fundación y el proyecto, se han reunido en el nuevo local situado en la calle Pau Piferrer nº 117, para compartir una tarde festiva en un ambiente muy familiar. Desde la Fundación se espera que este proyecto pueda dar más vida en el barrio, y así se ha querido materializar a partir de una acción muy concreta para llenar de color la pared del exterior de la Fundación.
 
La Fundación Salut Alta es una entidad sin ánimo de lucro que forma parte del sector social de la Compañía de Jesús. Tiene por finalidad ayudar el desarrollo de la población del barrio a través de la educación, con especial atención a los niños y a las personas más necesitadas. Con sus actividades y proyectos, y la participación en plataformas y redes comunitarias, incide positivamente en la realidad, generando procesos personales y comunitarios que rompan el círculo de la exclusión social.